
Tipos de intervención psicológica en profesionales de la salud durante la pandemia COVID-19. Artículo de revisión.
Urdapilleta Herrera Eryka, Pérez Rizo Daniela Raquel Centro Universitario UTEG
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
Los trabajadores de la salud pueden presentar síntomas o trastornos psiquiátricos después de enfrentar eventos estresantes como una pandemia. Para realizar este trabajo se recopiló información de aproximadamente 40 artículos de los cuales se seleccionaron únicamente los que mencionan tipos de intervenciones psicológicas dirigidas al personal médico de primera línea en crisis sanitarias en México y en todo el mundo.
Las intervenciones psicológicas son importantes y necesarias para disminuir el estrés y la presión de los profesionales de la salud. Palabras clave: Técnicas de intervención psicológica, Terapia psicológica, Profesionales de la salud, Covid 19, Apoyo psicológico, Intervención breve, Médicos, Enfermeros.
INTRODUCCIÓN “Cuando una enfermedad infecciosa aguda prevalece en un área determinada, el personal médico que está en contacto cercano con pacientes con enfermedades infecciosas puede experimentar diversos problemas psicológicos.” (Wu, K., & Wei, X., 2020) Wu et al. (2005), mencionan que la literatura publicada durante el brote de síndrome respiratorio agudo grave (SRAS) (en inglés: Severe Acute Respiratory Syndrome, SARS) hace casi más de una década sugirió que los PS tienen un mayor riesgo de desarrollar ansiedad, depresión, estrés durante estos períodos (como se citó en Spoorthy et al., 2020). Los estudios realizados en el momento del brote de SARS también habían demostrado que el personal del departamento de emergencias tenía un mayor riesgo de desarrollar trastorno de estrés postraumático (TEPT). En 2003 en Taiwan, con el brote de SARS-CoV, el personal médico declaró presentar una sensación de aislamiento y temor a contagiar a sus familiares, así como la dificultad de comunicarse con otros miembros del personal a causa de los trajes protectores y máscaras. (Lee et al., 2018, citado en Torales, et al., 2020) En diciembre de 2019 se reportó un brote de un virus proveniente de Wuhan, China, que poco después se esparció a todo el mundo.
“El 31 de enero de 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció oficialmente la epidemia como una emergencia de salud pública de interés internacional (PHEIC) y sugirió que se llamara ‘COVID-19’." (Wu, K., & Wei, X., 2020) En la actualidad, se ha incluido este virus en la categoría de enfermedades infecciosas. “El brote de la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) y su rápida propagación mundial han creado desafíos sin precedentes para los sistemas de salud.” (Albott et al., 2020) Se estima que más de 300,000 personas han muerto a causa de COVID-19 a nivel mundial. La gran mayoría de las muertes documentadas han ocurrido dentro de los hospitales, lo que ha tenido un impacto psicológico tanto en los familiares como en los trabajadores de la salud. (Landa-Ramírez, E., et al., 2020) El BMJ ha descrito al Covid-19 como una epidemia de salud física y mental (Cole, C., et al., 2020) El primer caso detectado en México se dio en febrero del 2020, y poco tiempo después ya existían 29,616 casos confirmados, de los cuales 15% fueron trabajadores del sector salud, y 2,961 fallecimientos en todo el país. (Escudero, X., et al., 2020) Ante situaciones como esta,” se requiere un alto nivel de respuesta médica emergente que a menudo se instituye sin centrarse en el bienestar psicológico de quienes brindan la respuesta” (Albott et al., 2020) Actualmente,” los trabajadores de la salud se enfrentan a una incertidumbre constante sobre los recursos, las capacidades y los riesgos; así como la exposición al sufrimiento, la muerte y las amenazas a su propia seguridad.” (Albott et al., 2020) “El miedo a lo desconocido conduce a un mayor nivel de ansiedad tanto en personas sanas como en aquellas con problemas de salud mental preexistentes.” (Torales, et al., 2020) La combinación de estos factores, así como el sentir una falta de eficacia y frustración por no contribuir, puede inducir al personal médico a presentar ansiedad, hiperactivación, hipervigilancia, trastornos del sueño, recuerdos y pensamientos intrusivos, depresión y dolor. (Albott et al., 2020) “En casos severos, ocurre el trastorno de estrés postraumático.” (Wu, K., & Wei, X., 2020) Los trabajadores de la salud pueden presentar síntomas o trastornos psiquiátricos después de enfrentar eventos estresantes como una pandemia, por lo que es importante proporcionar un seguimiento de salud mental incluso 6 meses después de la liberación del aislamiento para aquellos que presentan vulnerabilidad mental; como en el 2015 con el brote de síndrome respiratorio del Medio Oriente (MERS), que provocó un aumento en la tasa de síntomas después de la cuarentena. (Torales, et al., 2020) En un artículo publicado en línea en abril de 2020, en Alemania, se realizó una revisión de 14 estudios donde se analizó el estrés psicológico en el personal de un hospital durante los primeros meses del estallido de la pandemia. Los procedimientos de autoevaluación más utilizados fueron la Escala de Impacto de Eventos (IES-R), el Cuestionario de Salud-9 (PHQ-9) y el Trastorno de Ansiedad Generalizada (GAD-7). Teniendo como principales resultados altos niveles de estrés y síntomas de depresión, agotamiento, ansiedad,
insomnio y estrés postraumático en el personal de salud, destacando en algunos estudios que mujeres jóvenes y personal de enfermería, así como también el personal con mayor exposición al contagio (primera línea), fueron los más afectados, concluyendo así que se necesita apoyo de intervenciones psicológicas para disminuir los síntomas presentados por la pandemia. (Bohlken et al., 2020)
La llegada del virus implicó un impacto psicológico muy fuerte para toda la población, sin embargo, el estrés y la preocupación de exponerse continuamente a infectarse por coronavirus, así como también el presentar una necesidad de apoyar y de sentirse eficientes ante la pandemia, han provocado un impacto directo en el personal médico.
Horas de trabajo excesivo, recursos limitados o inadecuados para la protección personal o sentirse sin apoyo alguno, son razones que pueden influenciar en el desgaste psicológico del equipo médico; por lo que se considera como prioridad trabajar con este personal para su recuperación psicológica (Albott et al., 2020), proporcionando intervenciones adecuadas para el manejo y la reducción del estrés y de otros síntomas presentados durante la pandemia por COVID-19.
Las intervenciones psicológicas deben tener como objetivo el abordar los traumas que han surgido después de experiencias angustiantes, como la ‘lesión moral’, la cual hace probable que el personal de primera línea desarrolle pensamientos negativos de sí mismos o de otras personas, puede provocar culpa, lo que, de no tratarse, puede traer consecuencias en la salud mental del trabajador. (Cole, C., et al., 2020) A pesar de los escasos estudios sobre la salud mental relacionada con el COVID-19, varios autores afirman que es posible predecir las consecuencias esperadas en las poblaciones vulnerables. (Kang et al., 2020 citado en Torales, et al., 2020) Es por esto que investigar sobre intervenciones psicológicas para los trabajadores de la salud, es importante, pues en situaciones como la pandemia por COVID-19, están expuestos a distintos factores que arriesgan tanto su salud física como la mental (Wu, K., & Wei, X., 2020), y de no atender las necesidades del personal, pueden resultar afectados los usuarios de estos servicios. Por lo que el objetivo de este artículo es conocer los tipos de intervención psicológica que se han realizado durante las crisis sanitarias en México y en el mundo.
METODOLOGÍA
La búsqueda de información se realizó en PubMed y las palabras claves utilizadas fueron: Técnicas de intervención psicológica, Terapia psicológica, Profesionales de la salud, Covid 19, Apoyo psicológico, Intervención breve, Médicos, Enfermeros; y posteriormente se realizó una serie de combinaciones: ((psychological interventions) AND (COVID-19) AND (healthcare professionals)), ((intervenciones psicológicas) AND (COVID-19)), ((psychological support) AND (healthcare professionals) AND (ebola)), ((psychological support) AND (healthcare professionals) AND (influenza pandemic)), ((psychological interventions) AND (healthcare professionals)), ((covid) AND (anxiety symptom) AND
(health professionals)), (psychological interventions) AND (healthcare professionals) AND (pandemic).
Se encontraron aproximadamente 40 artículos de los cuales se seleccionaron únicamente los que mencionan tipos de intervenciones psicológicas dirigidas al personal médico de primera línea en crisis sanitarias en México y en todo el mundo, descartando aquellos que contienen intervenciones psicológicas en niños, familiares de infectados, estudiantes, y otros en crisis como el COVID-19, SARS, ébola, influenza…
Se descartaron también aquellos que incluyen el síndrome de burnout, impacto psicológico de las crisis sanitarias en cualquier población y artículos con datos estadísticos.
TIPOS DE INTERVENCIÓN
Como se ha mencionado anteriormente, las intervenciones psicológicas son importantes y necesarias para disminuir el estrés y la presión de aquellos que apoyan directamente en las crisis pandémicas, es por esto que Wu, K. & Wei, X., proponen adoptar medidas de intervención deportivas, pues mencionan que “el ejercicio físico con intensidad y cantidad adecuadas puede aliviar la presión psicológica, eliminar la tensión mental y lograr el efecto de la estabilidad psicológica.” (2020) Albott et al., en abril de 2020, presentaron en su artículo, una descripción de una intervención de resiliencia psicológica derivada del sistema Battle Buddy, desarrollado en el Ejército de Estados Unidos (2003) y que incorpora elementos del modelo Anticipar-Planificar-Disuadir (APD), utilizado durante la pandemia de Ébola en África Occidental. Este modelo consta de tres componentes: capacitación previa al despliegue sobre los factores estresantes acumulativos y traumáticos únicos que los trabajadores sanitarios pueden enfrentar durante el despliegue ("Anticipar"); desarrollo de un plan de resiliencia personal ("Plan"); monitorear la exposición al estrés durante el despliegue utilizando el sistema basado en la web PsySTART-R e invocando el plan de resiliencia personal cuando el riesgo es elevado ("Deter"). (Schreiber, Merritt et al. 2014-2015).
Existe, también, un estudio que prueba la viabilidad y la eficacia de un curso de capacitación interactivo asistido por computadora diseñado para aumentar la resistencia al estrés del trabajo durante una pandemia. (Maunder et al., 2010)
En este estudio se diseñó una intervención educativa para trabajar con la resiliencia del personal médico, con la intensión de capacitar a los trabajadores antes de la pandemia de influenza para reducir los efectos adversos relacionados con el estrés al exponerse a la pandemia. El curso fue llamado “La vacuna contra el estrés pandémico contra la influenza” y se trataron temas como ¿Qué esperar durante una pandemia? ¿Qué es la resiliencia? Respuestas normales al estrés. Cómo ayudar a otros con estrés (primeros auxilios psicológicos). Trabajando fuera de su zona de confort. Dilemas morales y éticos. Un enfoque para hacer frente. Escucha activa. Expresándote constructivamente. Equilibrio entre familia y trabajo. Cómo hablar con los niños sobre desastres y emergencias. Preparación personal y domiciliaria. Manejo de drogas y alcohol. Señales de peligro y recursos para obtener ayuda.
Dicho curso fue implementado mediante mini conferencias de audio y video acompañadas de notas en pantalla y hojas de datos impresas. Las personas que participaron mostraron resultados positivos desde el comienzo hasta el final del curso.
“Este estudio sugiere que la capacitación interactiva asistida por computadora para los trabajadores de la salud es factible y puede facilitar la mejora de las variables psicológicas que predicen la resistencia al estrés de un brote de una enfermedad infecciosa emergente.” (Maunder, et al., 2010)
Se obtuvieron mejoras en dominios como autoeficacia pandémica, confianza en el apoyo y el entrenamiento, y problemas interpersonales.
En 2017 se realizó un artículo con el propósito de comprender el como reconstruir los sistemas de salud de Ugranda, Sierra Leona, Zimbabwe y Camboya, después de la crisis del ébola. Dicho artículo fue basado en la literatura existente sobre los desafíos a los que se enfrenta el personal de salud durante los conflictos y los brotes de enfermedades (McMahon et al. 2016 citado en Witter, et al., 2017), se relata el cómo los trabajadores de la salud se las arreglaron para afrontar la epidemia, utilizando sus propios recursos y que formas de apoyo recibieron y percibieron como eficaces.
Entre las estrategias de afrontamiento que utilizaron los trabajadores se encuentran: valores y recursos internos, incluyendo religión y patriotismo. Estrategias personales para la distracción, comodidad y sedación, apoyo entre pares, incluso a través de las redes sociales y apoyo familiar, talleres y capacitaciones. Hablaron también de prepararse mentalmente antes de ir a trabajar, evitar leer las actualizaciones del ébola, aislarse y automedicarse para dormir. Algunos trabajadores hicieron una plataforma de redes sociales para ayudar a enfrentar el estrés presentado por trabajar durante el brote de ébola, proporcionando así, apoyo y aliento. (Witter, et al., 2017) También se prestó apoyo psicosocial en talleres y se habló del apoyo que recibieron de sus familiares. En este artículo, la resiliencia se examina a nivel personal y se demuestra cómo un personal de salud resiliente puede contribuir a la resiliencia general del sistema. (Witter, et al., 2017) En países vulnerables a las crisis, se deben contemplar medidas prácticas como sistemas de comunicación para el apoyo del personal de salud. (Witter, et al., 2017)
Por ejemplo, en 1995, en el apogeo de la epidemia de ébola en Kikwit, ocurrían muchas muertes diarias que provocaron un aislamiento emocional en los trabajadores, por lo que se adoptó como medida positiva el proporcionar habitaciones privadas al personal infectado, mostrando así un interés por parte de la institución hacia el bienestar de sus colaboradores. (Hall, et al., 2008)
Iniciar un sistema de comunicación entre compañeros; tener una sala de descanso con comida y agua y proporcionar exámenes médicos "especiales" fueron cosas útiles en este brote y pueden aportar para mantener el funcionamiento del personal en un futuro, pues
esto ayudó a sentirse apreciados y parte de un equipo, así como también a reducir el estrés físico y mental. (Hall, et al., 2008) Meier et al. (2001) mencionan que la expresión de las emociones por parte de los proveedores de atención médica se ha considerado tradicionalmente poco profesional e inconveniente, básicamente una especie de "tabú". Sin embargo, King et al., (2016) opinan que el compartir emociones y preocupaciones puede ayudar a que crear consciencia y un sentido de responsabilidad para hacer frente a las consecuencias del evento estresante; así como también ayuda a que no se olvide el lado humano del profesional y se tengan en cuenta los costos psicológicos que se pueden experimentar tras el agotamiento laboral que provoca una pandemia. (en Barello & Graffigna, 2020),
CONCLUSIONES
El apoyar a los profesionales de la salud en tragedias como pandemias, permite que tomen conciencia de sus emociones, y que compartan su experiencia con pacientes puede ayudarlos a mantenerse eficientes durante estos eventos. El brote de coronavirus, marca un momento crucial para el sistema médico, pues representa la necesidad de unir a la ciencia con el humanismo tras una “epidemia de empatía”, la cual ayuda a consolidar la confianza de los ciudadanos en los proveedores de atención médica. (Barello & Graffigna, 2020) Se debe responder con un impacto en la salud mental para la población en general, por lo que las intervenciones psicológicas deben ser promovidas a nivel mundial. (Torales, et al., 2020)